En que lo presta tu atención, en eso te convierte... Aquí va mi experiencia personal, sobre la atención y la visualización.
Cuando era niña leí “El Mundo Perdido” (The Lost World) de Arthur Conan Doyle. Mi imaginación volaba, pensaba en los dinosaurios, en lo afortunada de nacer en Venezuela, pues el El Roraima (la meseta Sudamericana a la cual se refería el libro) estaba en mí país.
Mi papá, compraba mensualmente la revista Geo Mundo (algo parecida a la National Geographic). En una de las ediciones, presentaron un artículo sobre este tepuy, su flora y fauna endémica.
Yo me visualizaba, me veía paseando por esas formaciones rocosas, haciendo expediciones, descubriendo cuevas repletas de cuarzo y diamantes ( tipo Indiana Jones), y por supuesto fantaseaba volando sobre un Pterodáctilo, tipo Picapiedras. Mi conclusión infantil: “El mundo se formó en el macizo Guayanés".
Eso quedó plasmado en mi mente. Quería conocer ese maravilloso lugar. En el 2009, ví la película Up, allí revivió todo lo imaginado sobre el Mundo Perdido. Se convirtió en mi viaje pendiente, mi atención se centró en ese viaje.
Sin embargo en el 2013, se presentó la oportunidad. Estaba en un ensayo para una presentación en la escuela de danza, y allí conocí a Karla. Ella era compañera de belly dance, ese día nos comentó con entusiasmo que luego de la presentación se iría de excursión al Roraima. Se presentó la oportunidad que yo estaba esperando, estaba abierta la posibilidad de conocer un lugar fascinante.
Mi amiga, Karla es literalmente una gacela, ha hecho excursionismo toda su vida. Me dió todas las indicaciones para mi entrenamiento, recomendaciones con respecto a la ropa y sobre el viaje en general. Escuché atentamente todas sus sugerencias, tomé hasta apuntes, y me preparé para ese viaje maravilloso.
Finalmente iba a conocer una de las placas tectónicas más antiguas del Mundo. El Universo confabuló, un grupo genial, excelentes guías y un paisaje único que te conecta con tu ser, con tus ancestros y con la energía creadora del Universo.
Desde pequeña tenía la intención de conocer ese tepuy mágico, lo visualicé y lo atesoré. El paseo se dió en el momento que correspondía, pero estuve atenta a la oportunidad. Tuve una atención sostenida, el foco en la cumbre del Roraima. Para ello me concentré en mi preparación, tomé y seguí las indicaciones de alguien con más experiencia que yo, Karla fue mi líder en ese momento. Todo fluyó perfectamente. Me preparé, entrené y durante la excursión rumbo al Roraima, siempre estuvimos de primeras, no por competencia, sino que Karla decía… Si llegamos primero tomamos las mejores fotos, tenemos más chance de disfrutar el paisaje, descansar, y fue así.
Si pegó el cansancio, hambre, la mente hace sus jugadas, pero hay que enfocarse en el resultado final, saltando obstáculos y avanzando cada día más.
Del Roraima, quedó un grupo de amigos geniales y guerreros, nos llamamos "Los Capinos", estamos en distintos lugares ahora, pero con la convicción de seguir adelante, por supuesto reencontrarnos en algún momento, y explorar nuevas rutas.
Las claves: un objetivo claro, atención, paciencia, humildad, constancia, preparación y disciplina.
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